jueves, 19 de mayo de 2011

Algunas notas, estadisticas, y sorpresas...


Si alguno de nosotros se da una vuelta por La Merced o ya se la ha dado, podrá notar que las mujeres que se dedican a la prostitución en dicho sector, pueden ser de cualquier edad. Mujeres maduras, casi niñas y jóvenes que se dedican a vender su cuerpo, por quién sabe qué razón.

Siempre he creído que muy pocas mujeres se dedican a la prostitución por gusto, otras al ser iniciadas en dicho oficio tan pequeñas no ven más allá de eso y prefieren no abandonarlo, pero al final de cuentas, estas son sólo creencias de una mujer más en el país.

Pues bien hoy al leer algunos diarios del país me encuentro con este artículo sobre la prostitución y me deja con la idea dándole vueltas: 67% de las prostitutas son explotas desde niñas. ¿No muy lejos de lo que yo pensaba, no creen?

Dice un estudio hecho por el DIF, la UNICEF y el Centro de Investigación y Estudios Superiores que más de la mitad de las mujeres que trabajan en la colonia La Merced, son prostitutas desde pequeñas. Además indica que más del 90% de los casos de prostitución, en hombres o mujeres se debe a que hay antecedentes en su vida e violencia física, psicológica o sexual.


A penas pasa el día del niño y también se comenta que más de 20,000 infantes y adolescentes son las víctimas de este negocio, pero ¿de dónde vienen estos niños y jóvenes explotados? Generalmente son indígenas o habitantes de otros estados que han sido robadas, traídas con engaños o hasta compradas.

Una tristeza enorme leer que muchas niñas del país están siendo aleccionadas de por vida en un oficio que a su corta edad no debería ni de existir. De estas pequeñas y pequeños que están siendo explotados sexualmente, la mayoría no concluye ni la primaria y muchos se convertirán en padres de al menos 3 o 4 hijos.

Resalto este párrafo dentro del documento:

En las últimas dos décadas la edad de iniciación a la prostitución de las mujeres bajó de 15 a 11 años. Las hijas de las sexoservidoras de La Merced, por ejemplo, están condenadas a prostituirse sin excepción, por lo regular la madre o tutor vende su virginidad a los 11 o 13 años, por alrededor de 10 mil pesos

¿Oficio de elección?, para nada. El problema está a la vista de autoridades y ciudadanos, pero pocos hacen algo para pararlo. Tú cómo ciudadano ¿qué puedes aportar para frenarlo?





En México:
Son explotadas en la prostitución alrededor de 450 mil mujeres.
Carolina Velázquez (CIMAC)



En México hay 500 mil personas que son explotadas en la prostitución, el 90 por ciento son mujeres y niñas. El 80 por ciento de ellas no nació en la ciudad de México y fueron trasladadas de algún lugar del interior del país para ser prostituidas, de acuerdo con cifras de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina (CATWLAC, por sus siglas en inglés).

Para la maestra Teresa Ulloa, directora regional de la CATWLAC, el 75 por ciento de ellas se inició en la prostitución cuando apenas contaban con 12 años de edad y lo que más anhelan es dejar esa actividad, que representa una forma de sobrevivencia (Cimacnoticias, marzo 23, 2009).
“La ciudad de México se está convirtiendo en un centro de acopio y distribución de víctimas de toda América Latina, para después mandarlas a Estados Unidos, donde se encuentra el mayor consumo. El 99 por ciento de las mujeres son explotadas por proxenetas o alguno de los múltiples actores de la industria del sexo y 78 por ciento de ellas son analfabetas o con primaria incompleta”, denunció.
Como lo reportó Cimacnoticias en su momento, según Ulloa, la pobreza es “el peor de los proxenetas” pues ha provocado que el fenómeno de la trata de niñas y mujeres con fines de explotación sexual se haya disparado en los últimos años.
“Se ha podido confirmar que las redes dedicadas al narcotráfico están utilizando su infraestructura para la trata de mujeres, niñas y niños, en estrecha relación con las altas esferas políticas y las principales figuras del poder económico”, apunta.
Proxenetas
Una psicología ligada al amor y matar los sentimientos de las mujeres, son dos de los principales métodos que utilizan los proxenetas rurales para reclutar mujeres e introducirlas al comercio sexual en nuestro país, una variante de la esclavitud y de la forma clásica de prostitución.
Lo anterior, según Oscar Montiel, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), quien explicó el “modus operandi” de quienes forman parte de las redes internas de trata de personas en México, durante la Primera Reunión de Buenas Prácticas para Combatir la demanda y la Legalización de la Prostitución Siglo XXI, organizada por la CATWLAC en 2009.
En su opinión, un proxeneta no necesariamente es un hombre sin instrucción escolar, los hay desde educación básica y aun universitaria, ya que durante su investigación tuvo contacto con algunos poseedores de maestría y/o doctorado.
El papel que juegan en la explotación sexual está ligado al amor, explicaba Montiel: “son los únicos hombres que después de una larga jornada de trabajo sexual, en la cual las mujeres prostituidas llegan a tener hasta 20 clientes, llena de abusos y maltratos, les brinda a las víctimas atención y cariño, haciéndolas sentir como niñas indefensas recompensadas”.
Se torna en una especie de “padre” que muestra a las mujeres víctimas de trata de personas el único “amor” masculino existente en ese cosmos, a través de palabras excesivas “choro” o rollo”, dice (Cimacnoticias, 24 de marzo, 2009).
Modus operandi
De acuerdo con el investigador, la forma cómo integran a las mujeres al comercio sexual es la siguiente.
Las mujeres son interceptadas en cualquier plaza pública ubicada en las comunidades rurales y después seducidas para que accedan a tener relaciones sexuales con ellos, luego de aceptar la mayoría sienten culpa y acaban por aceptar la promesa de un próximo matrimonio. Este es el gancho que usan para conducirlas a supuestos hogares
En estas casas (que en realidad son cuartos) hay una mujer que suele ser una trabajadora sexual, seguramente reclutada de la misma forma, que se hace pasar por la hermana, madre o tía del proxeneta y finge apoyar la unión que su pariente falso anuncia, explica Montiel.
Posteriormente, el proxeneta comienza el proceso de chantaje emocional hacia la víctima, convenciéndola de que se encuentran en una situación económica crítica.
En su exposición Oscar Montiel compartió el testimonio de algunos proxenetas, como el de un autonombrado Pedro Navajas:
“Tú le dices a la chava, cuando regreses de la calle, que no hay chamba, que a los dos se los va a llevar el carajo. Siempre haciéndote la víctima. Luego, regresas al siguiente día y le dices que todo sigue igual, pero que te encontraste a un amigo, que a él le está yendo muy bien, que está ganando mucho dinero porque su mujer le entró de prostituta.
“Después, sigues choreando a la chava, diciéndole que todo está peor y ella termina diciéndote que le entren al negocio. Te resistes un poco, pero al final, accedes”.
Así, explica Montiel, las mujeres que son prostituidas, no conciben dicha labor como un abuso y una explotación por parte de su pareja, sino como un trabajo como cualquier otro que las remunera y les permite estar cerca de la persona amada.
En entrevista con Cimacnoticias señaló que la seducción del poder dentro de su comunidad es la que guía al hombre rural a convertirse en un proxeneta: “Al observar a familiares o personas cercanas económicamente más estables y exitosas, el hombre rural, primero por la necesidad, y luego por el poder mismo, decide convertirse en proxeneta”.
Sortean, además, satisfactoriamente una doble vida. Es decir, mantienen y cuidan a una familia dentro de su comunidad, alejada del trabajo que realizan en la ciudad. Son enseñados por los proxenetas antiguos, a matar los sentimientos con las mujeres que reclutan, con el fin de que sus emociones no se vean vulneradas y en un punto consigan tener la “sangre fría”, agregó.
Para Montiel, la distancia guardada por los proxenetas entre las labores de las víctimas y ellos, es fundamental para cumplir con el objetivo; pues al no mirar, escuchar y sentir de cerca los abusos que se ejercen en contra de las mujeres reclutadas, les permite deshumanizarlas y quitarles su seguridad sin golpes, sino a través de un pseudo-amor.


Prostitución DF: negocio de herencia
Por Perla Cristal Gomez el 5 de Mayo de 2010 en Derechos Humanos, Distrito Federal, Estadísticas, Gobierno, Reflexión




Los medios y la prostitución
◦PLAN B
POR LYDIA CACHO


Según la ONU, en este momento hay cuatro millones de mujeres y menores sometidas al mundo de la esclavitud

A lo largo de la semana pasada, Televisa desató una crítica directa a un diario capitalino por sus anuncios de prostitución. Este señalamiento tan direccionado parece responder a un encono dictado por razones empresariales más que éticas, pues la práctica de anunciar servicios sexuales es generalizada entre otros diarios, e incluso en la propia televisora. Sin embargo, los cuestionamientos ofrecen una excelente oportunidad de revisar a fondo una práctica nociva que no por generalizada deja de ser deleznable. La pregunta es ¿deben los medios de comunicación, diarios y televisoras incluidas, ganar sumas millonarias por la promoción abierta de la prostitución, que a su vez se vincula con la trata de personas?

Según la ONU, en este momento hay cuatro millones de mujeres y menores sometidas al mundo de la esclavitud, y 86% de todas esas víctimas de Trata de personas son compradas para explotación sexual comercial. Hay quien asegura que los espacios en los diarios equivalen a las zonas de tolerancia, o ghetos de prostitución que los gobiernos mantienen y las policías solapan. Algunos diarios españoles han dicho “mientras el Gobierno siga avalando la existencia de la prostitución, yo la seguiré anunciando”.

Excepto en España, los periódicos europeos dejaron de promover la prostitución por encontrar que resultaba imposible saber qué anuncios presentaban víctimas y cuáles no. Apuntaban también al hecho de que Gobierno y sociedad trabajan en la búsqueda de la igualdad, y dichos anuncios tienen una fuerte carga de violencia, racismo, sexismo y promueven estereotipos negativos, e incluso el abuso infantil. Quienes aseguran en México que todos los anuncios de prostitución son contratados directamente por “prostitutas libres”, mienten. También mienten quienes aseguran que todos los anuncios los pagan las mafias de tratantes. La promoción y normalización de la explotación sexual depende de la opacidad y la corrupción de muchos.

Enriquecerse a través de la explotación sexual de otra persona está penado por la ley en México. La ley establece muy claro que comete el delito de Trata quien promueva, solicite, ofrezca, facilite, consiga, traslade, entregue o reciba para sí o para un tercero a una persona, por medio de la violencia física o moral, engaño o el abuso de poder para someterla a explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, etc. Es momento que como periodistas e integrantes de los medios de comunicación nos preguntemos si tal definición de los que infringen la ley nos incluye.

Saber de la ineficacia del Estado para aplicar la ley, no exime a toda la sociedad de asumir las implicaciones éticas y culturales implícitas en el espíritu de esa ley. Hacernos conscientes del deterioro humano que está detrás de esos anuncios es ya un imperativo. Ésta es una oportunidad para que los medios de comunicación de todo el país ofrezcan una lección de congruencia: renunciar a una ganancia económica en beneficio del bien público.




La prostitución no es elección, sino estrategia de supervivencia.
Por Guadalupe Gómez Quintana


México DF, 4 julio (CIMAC).- La prostitución no es un trabajo y nadie nace para puta, dijeron a la prensa hace unos días mujeres argentinas que se rebelaron en Buenos Aires ante su condición de prostitutas, lo que confirma la opinión de la experta Janice G. Raymond de que esa práctica no aumenta las posibilidades de elección de las mujeres.

Las mujeres no entran a la prostitución a través de una decisión racional, ni se sentaron un día y decidieron que querían ser dedicarse a ello, explica Raymond, de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas (CATW), autora del documento “Diez razones para no legalizar la prostitución”, publicado en 2003.

Como afirmaron las mujeres argentinas durante un acto de protesta en Buenos Aires (Cimacnoticias, 2 julio 07), es un absurdo plantearle a la mujer en situación de prostitución que lo que realizan es un trabajo y que le van a generar mejores condiciones para que se prostituyan.

Lo que tratan de hacer las leyes que legitiman y legalizan la prostitución --como la iniciativa mexicana presentada en días pasados en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal-- es brindar “ayuda” a las mujeres para que continúen siendo explotadas sexualmente, como denuncian las mujeres argentinas.

Por eso, dice Raymond, “es preferible llamar a esas ‘elecciones’ estrategias de supervivencia”. Porque, más que consentir, una mujer prostituta accede a la única opción que está a su alcance. Su conformidad deriva del hecho de tener que adaptarse a las condiciones de desigualdad que son establecidas por el consumidor que le paga a ella para que haga lo que él quiera.

La mayoría de las mujeres entrevistadas por los estudios realizador por la CATW señalaron que la elección de entrar en la práctica de la prostitución sólo se puede discutir dentro de un contexto donde no existen otras posibilidades.

Tenían muy pocas alternativas. Y para muchas era “la última opción” o “una manera involuntaria de finalizar un “camino”.

También el 67 por ciento de los policías entrevistados afirmaron lo mismo, lo mismo que el 72 por ciento de las y los trabajadores sociales que interactúan con ellas.

La industria del sexo, explica Raymond, pretende que al legalizar la prostitución se distinga entre prostitución forzada y voluntaria, porque conseguirían más estabilidad y seguridad legal, ya que difícilmente una mujer marginada, reclutada utilizando la fuerza, puede probar que fue o es forzada.

Ante esto, muy pocas mujeres que están en la prostitución tendrán recursos legales y muy pocos culpables serán procesados.


Muchas mujeres que están en la prostitución tienen que mentir constantemente sobre sus vidas, sus cuerpos y sus respuestas sexuales. Mentir es una parte de la definición de su trabajo cuando un cliente pregunta: “¿Te ha gustado?”.

Algunas supervivientes de la prostitución han señalado que después de haber dejado la prostitución les costó mucho tiempo darse cuenta de que la prostitución no fue el resultado de una libre elección, porque el negar su propia capacidad de elección era negarse a sí mismas.

Raymond no duda que un número pequeño de mujeres diga que eligen ser prostitutas, sobre todo si se encuentran en contextos públicos organizados por la industria del sexo. Lo mismo sucede con algunos consumidores de heroína. “Sin embargo, incluso cuando las personas eligen tomar drogas peligrosas, reconocemos que el consumo de dicha droga es perjudicial para ellos, y la mayoría de las personas no piden la legalización de la heroína”.


Incluso la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en un informe de 1998, considera la prostitución como una de las formas de trabajo más alienada, subraya.

Este organismo demostró, dice Raymond, en una investigación realizada en 4 países que las mujeres trabajaban “sufriendo”, “sintiéndose forzadas” o estaban “llenas de remordimientos” y tenían una identidad negativa sobre sí mismas. Un número significativo de ellas afirmó que si pudieran dejarían el trabajo sexual.

Es similar a la situación en que vive una mujer cuya pareja la maltrata. No podemos decir que esté allí de manera voluntaria, incluso cuando ella lo defiende a él. “Al igual que las mujeres maltratadas, las mujeres en la prostitución a menudo niegan los abusos si no se les ofrecen verdaderas alternativas”, insiste.



NO A LA LEGALIZACIÓN

Al igual que las mujeres argentinas que se niegan a la legalización de la prostitución, 146 mujeres entrevistadas para un estudio de la CATW afirmaron en forma rotunda que la prostitución no debería legalizarse ni considerarse un trabajo legítimo.

Aumentarían los daños y riesgos que sufren a manos de proxenetas. “Me niego. No es una profesión. Es humillante y es una forma de violencia masculina”, dijeron.

Ninguna de las mujeres entrevistada quería que sus hijas, hijos, familia o amigos tuvieran que ganar dinero a través de la industria del sexo. Una afirmó que “La prostitución me despoja de mi vida, salud, de todo”.



LEGISLADORES E INTERESES

Los legisladores se suben al tren de la legalización porque creen que es lo único que funciona, afirma Raymond.

Se habla muy poco del rol que tiene la industria del sexo en la creación de un mercado global del sexo sobre los cuerpos de las mujeres, niñas y niños. En cambio, oímos mucho sobre el hecho de conseguir que la prostitución se convierta en un trabajo con mejores condiciones para las mujeres a través de la regularización y/o legalización, a través de los sindicados denominados “trabajadoras del sexo” y a través de campañas que proporcionan condones a las mujeres que están en la prostitución pero que no les ofrecen ninguna alternativa.

Oímos hablar mucho sobre cómo mantener a las mujeres en la prostitución pero muy poco sobre cómo ayudarlas a salir de ella, señala.

Los gobiernos que legalicen la prostitución tendrán muchos intereses económicos en la industria del sexo, sentencia Raymond: “Consecuentemente, aumentará la dependencia de los gobiernos sobre la industria del sexo”.

Para la integrante de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas, si se contabilizan las mujeres que están en la prostitución como trabajadoras, los proxenetas como empresarios, y los compradores como clientes de los servicios sexuales --legitimando y considerando a toda la industria del sexo un sector económico-- los gobiernos abdicarán de la responsabilidad de conseguir trabajos adecuados y lícitos para las mujeres.

“En vez de sancionar la prostitución, los Estados podrían centrarse en la demanda y penalizar a los hombres que compran mujeres para tener sexo, y podrían apoyar el desarrollo de alternativas para las mujeres que están en la industria del sexo.

“En vez de beneficiarse de los impuestos recaudados de la industria del sexo, los gobiernos podrían embargar los bienes de la industria del sexo e invertirlos en el futuro de las mujeres que están en la prostitución proporcionando recursos económicos y alternativas reales”, concluye Janice G. Raymond.



Ciudad de México quiere legalizar la prostitución
Ciudad de México, 10 de marzo de 2010
Gay info media


En la actualidad, tanto prostitutas como clientes pagan multas -o sobornos- en las redadas policiales de la capital de México. Pero el Gobierno local, que está tomando medidas transgresoras -como la reciente legalización del matrimonio homosexual, una novedad en toda América Latina-, ha propuesto legalizar la situación de los trabajadores sexuales. El anuncio ha provocado que se alcen numerosas voces en contra. Pero lo que seguramente no se esperaban era la oposición de las propias prostitutas.

Los legisladores de izquierdas intentan regular la prostitución

Los tiempos difíciles están haciendo escenas como ésta [dos mujeres, aparentemente prostitutas, esperan junto a la carretera por la noche] cada vez más habitual en la vida nocturna de Ciudad de México.

A pesar de ser uno de los oficios más antiguos, sigue siengo ilegal. Las redadas de policía se repiten noche tras noche, obligando a las prostitutas y sus clientes a pagar multas; o de forma más habitual, sobornos.

Pero la actitud frente a la prostitución está comenzando a cambiar, gracias a los políticos izquierdistas al frente de Ciudad de México. Después de legalizar los matrimonios homosexuales y el aborto, los legisladores ahora quieren crear barrios rojos autorizados.

Uno de los lugares propuestos es ésta calle tranquila, alejada de zonas residenciales, aunque cerca de un centro comercial Wallmart. La Administración dice que aquí podría ofrecer a las trabajadoras sexuales anticonceptivos y asistencia médica de forma gratuita. Algunos ciudadanos están contentos con la medida, como ésta mujer [comprando en un puesto callejero de la zona propuesta para acoger un barrio rojo]: "Bueno, si es para ordenar, para crear mejoras en la ciudadanía, para no tener a ese grupo de la sociedad como vulnerable, yo creo que está bien".

GlobalPost ha salido a la calle para hablar con las prostitutas y ver lo que piensan ellas sobre la medida propuesta. En la actualidad, los trabajadores sexuales -incluyendo hombres, mujeres y transexuales- se han buscado sus propias zonas, trasladándose desde barrios obreros a zonas que están más de moda, donde vive la clase media.

[Ioan Grillo, reportero de GlobalPost:] "Estamos en una de las principales áreas de prostitución en Ciudad de México. Nos está resultando muy difícil conseguir que algún trabajador sexual hable ante la cámara, porque están preocupados por lo que pueda pensar su familia o cualquier consecuencia a la que puedan tener que enfrentarse. Pero ahora estamos esperando una mujer llamada Laganza, que coordina la prostitución en este área, para ver si nos puede ayudar".

Cuando Laganza por fin aparece, nos revela que hay muchas prostitutas que están en contra de la propuesta. Desconfían del Gobierno, del que piensan que puede estar tratando de sacarles dinero o robarles las esquinas que ellos consideran que les pertenecen.

[Laganza habla, acompañada por varias prostitutas:] "No ha funcionado. ¿Por qué? Porque cuando nos sacan a unas y otras llegan. Entonces vemos que por ahí empieza la corrupción de las autoridades hacia las trabajadoras [sexuales]. Decimos también que 'no', porque creo que la calle es de quien la trabaja , mas no es de quien venga y nos imponga. Nosotras hemos dicho que no nos vamos a salir de las calles aún a costa de la sangre y de la vida de las compañeras".

Otras trabajadoras sexuales dicen que no confían en ninguno de los planes que provengan del Gobierno, porque la policía siempre ha venido a timarlas. [Una prostituta:] "Intimidan a los clientes. Ellos, de algún modo -si me entiendes-, no nos dejan trabajar. Se enfocan más precisamente a ver qué le pueden sobornar al cliente, a ver cómo nos pueden intimidar a nosotras mismas como trabajadoras [sexuales]".

Los conservadores también están en contra del programa [de establecer barrios rojos autorizados]. Dicen que el Gobierno debería parar -y no alentar- estos "vicios". Los legisladores insisten en que quieren una nueva legalización para esta primavera, con la oposición y muchas prostitutas en contra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario